Enamorado de la música de una forma innata, muy pronto supe que este arte sería mi forma de vida. Para la música, como para otras cosas de mi vida, siempre he sido un negado para el estudio, siendo incapaz de seguir ni pautas ni métodos, por lo que me convertí en músico de una forma personal y autodidacta. Tras adquirir unos primeros conceptos de solfeo, que me permitieron conocer las notas y lo más elemental del solfeo rítmico y con una gran vocación y afán de conocer cada día más, me convertí en músico, capaz de integrarme en una banda musical y llevar a término cualquier proyecto musical. También es verdad, que me fue de gran ayuda, las enseñanzas y consejos de mi buen amigo Quim Solé, que me hizo comprender el sentido del ritmo, la forma de coger las baquetas y un sinfín de trucos y técnicas, que me han sido de mucha utilidad a lo largo de mi carrera.
Tengo buenos recuerdos, de mis giras y actuaciones con grupos de distinta factura, como pueden ser, la primera época de ULTIMO CLAN, de cuyo grupo soy miembro fundacional, la gira europea con el musical de psichobilly, Call Me María y diferentes formaciones de jazz, rock, blues, funky entre otros estilos.
Aunque he flirteado con casi todos los instrumentos, desde siempre entendí, que lo mío era la batería y es con este instrumento, con el que me encuentro más cómodo y más identificado.
Hoy me encuentro de nuevo, con las baquetas dispuestas, para dar guerra, en la nueva andadura de ULTIMO CLAN. Un antiguo, aunque ahora nuevo proyecto, que me llena de ilusión y con las mismas inquietudes y con el mismo hormigueo que te provoca todo reto a estrenar.